Lo inevitable
Vertiginosamentesube las escalerasde la vida en su sueñode los quince. Repletade anhelo y enamoradadel mundo hasta las trenzas,no repara en mis ojostímidos que la observana través de un instanterobado. Mi pequeñay ya quiere ser mayor,creyéndose princesarescatada de un cuento.
Nublada de inocencia,esconde sus quince añosbajo una camisetade mujer recién hecha.
Perfila su bellezacon lápices de fuegoque huelen a frambuesay saben a vainilla.
La miro mientras ellaaprende a caminarsola, con las estrellasprendidas en su pelo.
Son quince primaverassobre un par de taconesen la ventana abiertade su alma de chiquilla.
El mundo la secuestracada tarde a esta hora,y me deja una estelade mansa incertidumbrecon dolor de cabeza.
Inevitablemente,la vida es su banderay el tiempo, un gran caballonegro, que se la lleva.
Ma. Antonia Gutiérrez Huete
Fotografía de Ana Gallego
Bello
ResponderEliminarCada vez que lo leo me gusta más este poema.
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