sábado, 15 de enero de 2022

Bendícenos - Francisco Cesar García

 











Y a Dios escribo diez cartas de papel de lágrimas
Las envío por correo certificado,
Pero él no contesta a su siervo.
¡Oh, Dios! Pues, 
¿a quién enviamos los dolores que sufrimos?
Adnan Al-Sayegh.




Bendícenos


Perdona nuestra añoranza y,
después, quítanosla.

Los sueños, que Tú sabes inútiles, bórralos
pero consérvanos el poder de evocarlos.

La esperanza que mantenemos, aunque sea
a modo de teatro, cuídala para nosotros
como una flor rara.

Esa rara condición que llamamos amor
hazla crecer, aunque no tenga destino.

Perdona que no entremos dócilmente en la noche,
ese pequeño pecado de arrogancia.

No nos destierres en nuestras imperfecciones,
ayúdanos en los errores para que el dolor no perdure.

Bendícenos, aunque sea con voz airada.

Francisco Cesar García
Fotografía de Ana Gallego

Solo tu rostro - Consuelo Aguayo Ruiz Ruano













Sólo tu rostro

Nada es imposible, nada es cierto, nada resplandece
en el silencio mordaz de la furibunda ciudad,
sólo dos luces doblan las espuelas aceradas de las esquinas
sólo tu sombra unida a la mía sobre el tapiz fugaz
sólo un sollozo de repliegues embriagados y taciturnos
sólo tu rostro, sólo tu rostro, sólo tu rostro,
como una mariposa feliz que alza el vuelo
como cien luciérnagas en noches de tormenta
como una garza azul pintada en el horizonte.

Consuelo Aguayo Ruiz Ruano
Fotografía de Ana Gallego

La silueta de la palabra - Andrés Osado Gracia


 











La silueta de la palabra

Siglos costó que la vida brotara.
Más y más de ellos
siguieron almacenándose,
hasta que floreció la palabra.

A fuerza de fuego y yunque,
se amoldaron siluetas:
Mujer, Hombre, Niña, Niño
Madre, Padre, Hermana, Hermano
Amor, Solidaridad.

Una sombra insensible,
atronadora de siglos,
va ennegreciendo siluetas.

El pozo,
sin reflejo de luna,
está volviendo a abrirse.

Andrés Osado Gracia
Fotografía de Ana Gallego

Llorar - Antonio Llamas Ordóñez

 

Llorar

Las raíces del árbol lloran
por no ver las estrellas,
el mar llora porque
sus olas no pueden volar,
las aves lo hacen por
no ver la profundidad del mar.

El hombre que todo lo tiene,
llora porque quiere más
y el que no tiene, no llora,
no llora porque las lágrimas
se las quedaron los demás.

El que no tiene ni lágrimas, no llora,
pero la pena que tiene
es grande como el mar.

Ni mar, ni alas, ni lágrimas, ni olas.
Llora la Tierra, por los que lloran
sin necesidad de llorar.

Llora la Tierra, vueltas y vueltas da,
llora la Tierra, vueltas y vueltas da.

¡Volad aves, volad olas en el mar!
¡Navegad lágrimas!
Navegad y hasta al desierto llegar.

Antonio Llamas.

Mi tierra Cordobesa - Fernando Prior Castro










Mi tierra cordobesa

¡Oh mi tierra cordobesa!
¡Cuando veo tus verdes encinares
poblados de palomas,
cuando aspiro de tus altos pinares
sus cálidos aromas,
mi corazón se alegra!

¡Al contemplar las águilas señeras
que dominan los páramos más altos,
las afiladas crestas y roquedas
de la Tiñosa y el río Guadiato,
mi espíritu se siente relajado!

¡Y mirando tus bellos naranjales,
que despiden aromas siempre gratos
que manan de sus flores de azahar,
me siento más y más afortunado!

¡Y en la campiña tus campos sembrados
con lomas de trigales
que flamean al viento!
¡Cuando los miro atento con mis ojos
me lleno de contento!

¡Inmensos tus extensos olivares
que a tus gentes otorgan su alimento!
¡Tus pueblos una estela de blancura,
emporios de belleza y de portento!

¡Espejo una pirámide de azúcar!
¡Aguilar te arrebata el sentimiento!
¡Priego un tesoro del arte barroco,
regia fuente del agua nacimiento!
¡Viñedos esmeralda de Montilla,
de Jerez y sus caldos gran tormento!
¡Olorosos membrillos del Genil,
su sabor es muy dulce y suculento!
¡Qué preciosa la vista de Montoro,
riquísima la miel de su romero!
¡Renombrado el aceite de Baena,
cuya fama recorre el mundo entero!..

¡Cuando contemplo toda tu riqueza
fiel hijo de mi tierra yo me siento!

¡¿Por qué eres la última de España
¡¿en inversión, cuidado y en dinero?!
¡Por el poder estás muy olvidada,
tierra fuerte de gloria y de talento!

¡Mi canto es un canto de alabanza,
de alegría, de pena y de lamento!

Fernando Prior Castro  

Penélope en stand by - Manuel Molina González









 

“Penélope en stand by”

Ir a la playa,
no hacer nada,
mirar pájaros, delfines y sirenas en biquini,
dejar que cada ola lama el alma.
Tomar champán,
comer erizos y ostras.
Al caer del sol
recostarse en las arenas blancas y amar
sin límites,
sin prisa,
sin ti.

Manuel Molina González
Fotografía de Ana Gallego

En qué lugar - Mª Antonia Gutiérrez Huete


 

 











En qué lugar 

¿En que rincón de la melancolía
dejamos de creernos prodigiosos
bebiéndonos la vida, -dura y fría-
en vasos de papel? ¿En qué silenciosos
abismos se quedaron sin aliento
las nadas y sin labios nuestros besos?

¿En qué cruce de brazos nos perdimos
quedándonos sin agua en el proceso
de amarnos? …
¿En qué instante nos rendimos?

¡Di qué lugar de tu alma secó el tiempo!

Mª Antonia Gutiérrez Huete
10 de febrero de 2012
Fotografía de Ana Gallego

A los Reyes Magos - Rosario Guardeño














A los Reyes Magos

El regalo de mis sueños
no es capricho ni juegos.
A los Reyes le he pedido
me traigan un piso nuevo.

Que me encuentro en la calle,
mi gran techo es el cielo,
que carezco de paredes
y mi cama es el suelo.

Mi colchón unos cartones,
que cogí en el basurero.
Mi almohada son cojines
que tiró Manuel Martínez,
porque le sobra el dinero.

Con las cortinas me arropo,
que me ha dejado el barbero,
que, si bien me abrigan poco,
yo le agradezco su gesto.

Por eso pido con fuerza:
un piso con doble techo,
de paredes bien aisladas
para conciliar el sueño.

Que estoy a la intemperie
con este ruido intenso,
que da dolor de cabeza
y el frío, dolor de huesos.

Le pido un poco de amor,
¡Que yo no quiero dinero!
Y pido un gran corazón,
para que me de consuelo.

Rosario Guardeño

Miradas - Andrés Aguilar


















Miradas

Me siento ignífugo
entre ardientes soles que queman
mis ansias donde pacen
borregos y bestias en alacenas
de maderas barnizadas.

Mi pelo se extiende en el sutil viento
que maneja mis pelos canos
y no entra en la casa, donde,
recogido en trenzas de esparto,
curan mis quesos descuidados.

Donde se ven los ojos ajenos,
hablar es un ejercicio gimnástico,
mirándose, rebuscando en los bolsillos
desnudos, ardiendo las pelusas,
las joyas que se quedan
entre las uñas de los dedos.

Hoy me han regalado en la floristería
una flor con una lamparilla
y con asco he pagado con un beso
el estiércol con el que quieres
qué y que no habrá manera,
hacerme eterno amor.

Ostentan violines Ángeles 
de inmaculados sustentorios,
recogiendo las cenizas
que de supositorios con sus alas
vienen trayendo las plumas de sapos.

Andrés Aguilar Pérez

Mi pueblo - Pilar Barrera


Mi pueblo

Buscando la libertad,
tomó una paloma el vuelo.
Se paró a descansar
en la torre de mi pueblo.

Qué bonita la paloma,
qué bonito mi pueblo.

Está repleto del azahar
de naranjos y limoneros.

Te embriagará su perfume,
tienes que venir a verlo.

Harás como la paloma,
que se ha quedado por siempre
a vivir en nuestro pueblo.

Su nombre no te lo he dicho:
mi pueblo es Encinarejo.

Pilar Barrera. enero 2022