Sabor a to’ me sabe a ti
No me sabe mi boca a helio tanzano,ni transpiro irritación en lenguas vernáculasque aspiran a complicaraumentando el DRAE con mis banalidades.
Casi a veces, cuando nacemos juntosy caminamos juntosy te pones mis sulfurosas camisetasque rozan y han acariciado pezonespero no te puedes poner mis dedosmis dedos no son los dedos que abren tus labios.
Siempre has soñado ser mi almohadapara sostener mi cabeza durmiendo y tú,durmiendo, me acompañas,fortuna de su turbio veloel sueño oscuro de mis divertidas,perversas pesadillas.
¡Cómo te recuerdo!
Y se advierten signos en los cieloscaen como bloques de un estúpidojuego de construcción de necedades,nada tiene sentido si te quedasdonde estás y no me atrevoa dar un paso al vacío del mañanapara desencriptar jeroglíficosque aterrorizan, ágrafas mis neuronas,no entender cómo me mirascuando me hablas y cuando omites.
El helio no huele,no hay selvas en las ciudades,alambradas colmenasque sirven de residenciaa la soberbia y a olvidados sueñosque dejaron de aspirar a nada.
No te olvido porque no quiero,solo quedan en los huecos de mi memoriael suspiro de pájaros congeladosen las perennes selvas de Siberiay cumpleaños en septiembre.
El helio no huele,igualmente me inquieta la dudade saber cómo con lechuguillade lino y almidónpodría mirarme el ombligoy si escribo cartas de condolenciaa mi martirizado cerebro,que conservo en aguardentosos tarrospara seguir cultivando mi egoen tu ignorancia impregnada de amor,así te engaño en mis sueñosmientras tus tardígradostodos tus tardígrados viajanpor el espacio, ausentede oxígeno y de vida,buscando mezclarsecon los motivos que nos separan:tu a Siberia y yoa la ausencia de helio en mi boca,un espacio infinito entre tus labiosmi lengua y las papilas gustativasque peinan tus pupilas ebrias de miradas,sustantivas y diminutivizadas.
Andrés Aguilar
No hay comentarios:
Publicar un comentario