Rojos ocasos
El día muere con su herida sangrante;con él mueren el sol, el río y el aire.
La tarde se baña de rojos livores.Encendidas cerezas estallan en el éter.
El cielo es un rojo ciclamor.Todo es rojo y granate.
Lavas ardientes se bañan en el río.Un purpúreo ocaso anida en mi corazón.Un hierro candente atraviesa mi alma.
Líquido metal circula por mis venas.Abrasante vapor exhala mis pulmones.Fuego y candela avivan mis pesares...
Yo también soy día, sol, río y aire.
Fernando Prior Castro
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