El violetero
Junto a los cristales duerme el violetero
sobre la mesita de encajes de lino
viendo cómo pasan los fríos de enero,
cómo el gris del cielo ya es azul marino.
Con orgullo engarza junto a los cristales
perlas de azucenas con mágicas notas
formando, risueño, tras los ventanales
concertino coro de blancas gaviotas.
Le acompaña un libro -¡feliz compañero!-
que guarda un tesoro: el verso divino,
´amor´ que en palabras tiene prisionero
sobre aquella mesa del tapete fino.
Pentagrama dulce y feliz. Escondida,
escrita en la clave de un sol verdadero
sobre la que vuela roja y encendida
el alma en las curvas de aquel violetero.
Consuelo Aguayo Ruiz-Ruano
Fotografía: Ana Gallego
Priego de Córdoba
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