Candilazo
Cuando la tarde se marcha,
el sol calienta las ramas
de los pinos centenarios,
que hay cerca de mi casa.
En ese paraje hermoso
de arboles y montañas,
donde descansamos todos
cuando vamos a la playa.
Qué fresco se está en el parque,
cuando te salpica el agua
de esas olas que se rompen,
en las rocas y en las ramas.
El parque lleno está de gente:
unos duermen, otros descansan,
una boca que se oye
bostezar a tus espaldas
Adiós tarde que se marcha,
candilazo a la cara,
allí sigue recostado
sin querer volver a casa.
Ya tienes que despedirte.
Adiós roca y montaña,
adiós pino, adiós rama,
adiós candilazo y agua.
Rosario Guardeño
Agosto de 2021
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