Convulsiones
Convulsos mis trastornos gástricosy mis despertarescon su amarga desazón.Temblores con ganas de comer nada.Enredado en satenesde sábanas invernales.
Convulsiones, los amaneceres soloy los libros cubriendo, abiertos,con sus hojas absorbiendolos espasmos que dejaronmis ácidos vómitos en el suelo.
Epilepsia catatónica,bañado en las babasde millones de caracolespegados a mis ojos lacrimosos,deseando ser una bomba humana,poseído por mi guitarray millones de mujeres llorando,preocupadas, por hacerme bueno.
Pero convulso y patogénicorecién lavadolos testículos con lejía barata.
Entregado a mi madrerecién llegado y parido.¿Qué será más reciente,llegar, parir, reciente?Lejía.
Yo morí, acuérdate,en un simulacro pueblerino de boxeo.Y caí, como se cae
en las películas finlandesasde directores finlandesesmayores de sesenta años.
Caí en finlandés.Porque caer en suomi
depende de cómoo donde o cuando.
Convulso por mi resacay por no tenerte a mi lado.Incapaz de llegar a la ducha,peleando con mis cejas,contra las salamanquesasy las hormigas y
mis hormonas radioactivas.
Incapaz de mover unsolo músculo de mi cuerpo,abandono el ring,tiro la toalla y os dejoporque no os parecéis a mí.
Andrés Aguilar Pérez
Priego de Córdoba, abril 2021
Eres mi loquillo preferido
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ResponderEliminarUna vez subido al ring de tu poema, no he podido abandonarlo hasta el final. Eso si, poco a poco, mes a mes, vamos aprendiendo la forma de pelear de cada uno. (no se si en finlandés o suomo)
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