Paqui Hermosilla |
A una lágrima mía
Si quieres escapar, sal libremente.
No soy quién para reprimirte ahora
cuando asomas a mis ojos. Aflora
y recorre mi rostro y sé torrente.
No temas el disgusto de mi mente
que, en su obstinado delirio, te implora
respeto a la amargura que atesora
y desata el suspiro y sé valiente.
Si puedes fugarte, corre deprisa
y empapa mi corazón agostado
que espera de este llanto una sonrisa
al verse de la pena rescatado.
Si quieres salir, no seas sumisa
y fluye hasta haberme desahogado.
Ma. Antonia Gutiérrez Huete
En mis leves conocimientos, creo que está muy bien resuelto este difícil soneto
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