Ana Gallego
Sobre la arena
Una noche, paseando
por la orilla del mar,
vi correr a una estrella,
era una estrella fugaz.
Se reflejaba su brillo
sobre el agua calma.
Dije: “será mi estrella”
casi me pongo a llorar.
Con un nudo en la garganta,
se me escapó este cantar :
¡Ay madrecita del alma!
Dime por Dios donde está,
que te fuiste de mi vera
y no he vuelto a verte más
Verte madre yo quisiera,
sobre la arena de la mar,
para abrazarte con fuerza
y pedir a la Providencia,
que no te vuelva a llevar.
El amor que tu me dabas,
por más que lo he buscado,
no lo he podido encontrar.
Yo amaba a un marinero,
que se marchó al extranjero.
Pensando iba en dinero,
para la vida cambiar.
Yo lo espero y lo espero,
¡A Dios pido mirando al cielo!
que vuelva mi marinero
para poderme consolar
Marchó hace tiempo.
No vuelve mi marinero
¡Se olvidó de su Pilar!
¡Ay madrecita del alma!
que no te puedo olvidar
y verte madre quisiera,
sobre la arena del mar.
Rosario Guardeño
Córdoba, mayo de 2021