sábado, 15 de mayo de 2021

Sobre la arena - Rosario Guardeño


Ana Gallego














Sobre la arena

Una noche, paseando
por la orilla del mar,
vi correr a una estrella,
era una estrella fugaz.

Se reflejaba su brillo
sobre el agua calma.
Dije: “será mi estrella”
casi me pongo a llorar.

Con un nudo en la garganta,
se me escapó este cantar :

¡Ay madrecita del alma!
Dime por Dios donde está,
que te fuiste de mi vera
y no he vuelto a verte más

Verte madre yo quisiera,
sobre la arena de la mar,
para abrazarte con fuerza
y pedir a la Providencia,
que no te vuelva a llevar.

El amor que tu me dabas,
por más que lo he buscado,
no lo he podido encontrar.

Yo amaba a un marinero,
que se marchó al extranjero.
Pensando iba en dinero,
para la vida cambiar.

Yo lo espero y lo espero,
¡A Dios pido mirando al cielo!
que vuelva mi marinero
para poderme consolar

Marchó hace tiempo.
No vuelve mi marinero
¡Se olvidó de su Pilar!

¡Ay madrecita del alma!
que no te puedo olvidar
y verte madre quisiera,
sobre la arena del mar.

Rosario Guardeño
Córdoba, mayo de 2021

Alegría - Pilar Barrera

Ana Gallego

 






















Alegría

Me la encontré en el camino,
después de tenerla perdida
y me la llevé conmigo.
Ahora es mi luz y mi guía.

Es la estrella peregrina.
Es la paz que me conforta.
Es mi luz del día a día.
Es mi ilusión y mi vida.

Le doy gracias a los cielos
por sentirte cada día.
Soy feliz porque te tengo:
“mi recobrada alegría”

Pilar Barrera.
Mayo, 2021

Mayo - Consuelo Aguayo


Ana Gallego, 2021













Mayo

Por el jardín suenan voces, sonrisas titilantes
bajo una sombra acacia de bancos y de esperas
florecen madreselvas, románticos amantes
el invierno se adorna de airosas
primaveras

Se derritió el níveo vendaval de espesas fieras
garduñas, pérfidas, ponzoñosas, vigilantes
que esperan libremente sin freno y sin fronteras
mentir con oropeles costosos
y radiantes

Vuelven las magnolias cual palomas por los besos
por la cintura estrecha del brillo, del gemido,
por el ebrio páramo de amor estremecido
por el tuétano incólume: música en los huesos,
tempo, sentir, sístole, diástole,
latido!

Consuelo Aguayo Ruiz-Ruano
Priego de Córdoba, mayo de 2021

Así te quiero - Antonio Llamas


 








Así te quiero

Como poesía que se dibuja en la piel,
como planta en flor al amanecer,
como rio que apaga toda sed.

Así te quiero, así es mi querer
como fuego en invierno,
como el olor del café al moler,
como ojos de madre
mirando su hijo crecer.

Así te quiero, así es mi querer.
Como ríos que recorren la sequía,
como el musgo a la umbría,
como águila a su cría,
así te quiero, así es mi querer.

Querer y compartir,
dar todo el amor
habido y por haber.

A cada día amar,
a cada día florecer.

Sentir la vida y renacer
renacer cada día
y escribir poesía en tu piel.

Te quiero, te quiero
como abeja quiere a su miel
así te quiero,
así por ti es mi querer.

Antonio Llamas Ordóñez
Las Lagunillas, mayo de 2021

Un instante - Francisco Cesar













Pues si vemos lo presente
cómo en un punto s’es ido e acabado,
si juzgamos sabiamente,
daremos lo non venido
por passado.
Jorge Manrique.
Son cinco minutos
La vida es eterna
en cinco minutos.
Víctor Jara.

donde olvidamos que el día
sólo es un punto, un punto de luz.
L. E. Aute.


Un Instante

¿Cuánto dura nuestra presencia
en la mente de Dios?
El aleteo del colibrí ante el cáliz de la flor,
parte esencial de su vida.

El instante en el que oímos, por vez primera,
la música de Bach, eterno y fugaz.

El dolor lacerante de la noticia
de una muerte, breve y perenne.

Un trago de agua, en un día ya olvidado,
que sigue naciendo,
día a día en la memoria.

El amor que parecía
perdurable y ya olvidado.

La soledad, toda la soledad,
será un puñado de arena.

La felicidad y la alegría 
fulguran como un relámpago.

La pena atraviesa los siglos

Francisco Cesar García
San Sebastián, mayo de 2021

viernes, 14 de mayo de 2021

El mar está en tus ojos - Fernando Prior



El mar está en tus ojos

¡Amas el mar
y el mar está en tus ojos!
¡Amas el sol
y él luce en tus cabellos
con los dorados reflejos de la tarde!

¡El mar y el sol caminan con tu cuerpo
cuando paseas airosa por la calle!

¡Amas el campo
y la tierra y tus senos
son montañas rodeadas
de navas y de valles!

¡Amas los verdes trigos
y los mares de olivares
y tu vientre es un trigal
donde tres espigas hermosas
se han formado que en garbo
y en belleza son rivales!

¡Amas la brisa
y tu aliento es el céfiro
que trae aromas
de flores muy suaves!
¡Los pájaros, las nubes,
el cielo, las estrellas
y los profundos
abismos siderales,
se quedan conmovidos
cuando los miras
con tus ojos inefables!

¡Eres el mar
que fluye por tus ojos!

¡Eres el sol
¡Amada mía,
que evapora mis pesares!

¡Te necesito,
te amo como a nadie!
me asfixio sin tu aire!
¡Toma mis manos y
llévame en las tuyas,
ligero sin velamen,
como llevabas el ramo
de flores al casarnos,
tan dulce y elegante!

¡Oh te quiero con mi cuerpo,
con mi alma y con mi sangre!

¡Partamos juntos por
el mar proceloso de la vida
en el bajel de tus senos y tu talle!

¡Esperemos unidos la venida
del postrer viajero de la tarde,
fundidas nuestras almas
con el amor que olvida,
que perdona y que cura
las heridas más sangrantes!
¡Te quiero, amada esposa,
compañera y buena madre!

Fernando Prior Castro
Córdoba, 14 de febrero de 2020

A una lágrima mía - Mª Antonia G. Huete

Paqui Hermosilla

 






 


A una lágrima mía

Si quieres escapar, sal libremente.
No soy quién para reprimirte ahora
cuando asomas a mis ojos. Aflora
y recorre mi rostro y sé torrente.

No temas el disgusto de mi mente
que, en su obstinado delirio, te implora
respeto a la amargura que atesora
y desata el suspiro y sé valiente.

Si puedes fugarte, corre deprisa
y empapa mi corazón agostado
que espera de este llanto una sonrisa

al verse de la pena rescatado.
Si quieres salir, no seas sumisa
y fluye hasta haberme desahogado.

Ma. Antonia Gutiérrez Huete

Sonetos de Azul y Rojo (II) - Andrés Osado


 








Sonetos de AZUL Y ROJO (II)
(A los patios de Córdoba)

Preludio de interior acompasado
en el marco azulado de tu entrada:
fachada de color entrelazada
de jarcha y blanco del pasado.

¿Cuándo tu azul
se difuminó en el horizonte?
¿Quién, como roedor cruel,
penetró por tu costado?

Hoy quiero rememorarte;
mirar por el pretil
de tu engalanado pozo,
en busca de esa luna
allí, en otro tiempo, acomodada
y soñar con la fragancia,
que en versos de clavel enamorado,
por las paredes de tu patio goteaba.


Andrés Osado
Córdoba, mayo de 2021

A unos tobillos - Andrés Aguilar














A unos tobillos

Unos tobillos sueltos
desatados y desnudos
como adolescentes en albercas
impúdicas mostrando lúbricas
sus vergüenzas y sus
desvergüenzas
y unas zapatillas ocultando sus pies.

Sus manos largas de dedos largos
casi masculinas si no fuera
porque también me fijé en sus muñecas
desnudas y obscenas
llenas de cosas que no adornan
ni apenas tapan tanta desnudez
huesuda y ososa.

En un escorzo lleno de cerveza
mis ojos lujuriosos
buscaron su cara
llena de pecas y sus ojos
llenos de ojos, en sus cuencas.
Buscaron más cosas
buscaron sus tetas
y sentada
buscaron ver mis ojos
cómo le llenaba el pantalón
sus caderas.

Yo estaba bebiendo cerveza
enfermeras lujuriosas
ponen supositorios,
el culo en pompa,
en pacientes bien vestidos
ella era muy guapa
y su pelo mecido por la tormenta
me hacía imaginar
que corríamos empapados
empapados y obscenos.

Supositorios mentolados
y besos llenos de lenguas
lubricados inicios de los juegos
imaginándonos adolescentes
recién muertos.

Andrés Aguilar Pérez
Priego de Córdoba, mayo de 2021