miércoles, 15 de diciembre de 2021

Tic-Tac - Consuelo Aguayo Ruiz-Ruano














Tic - Tac

Ya no hay angustia ni horror,
ya no hay temor ni tardanza
sólo esperar y esperar,
no sé muy bien qué más falta
cuando se asoma mezquina
allá por la lontananza
la voz siniestra que grita:
¿no ves que la vida pasa
que el reloj de tu destino
inexorable te arrastra?

¡Callad! que sólo hay silencio.
¡Callad! que todo se acaba.

Consuelo Aguayo Ruiz-Ruano
Fotografía de Ana Gallego
Diciembre, 2021

Hojas de mar - Andrés Osado Gracia

 










Hojas de mar

No quiero abrir ese libro:
de páginas manchadas de odio,
y letras labradas con sudor de sangre.

Prefiero escribir sobre la mar,
donde mis sueños,
se bogarán libremente,
para ser leídos,
por los desheredados del conocimiento.

 

Andrés Osado Gracia
23 de marzo de 2019

Fotografía de Ana Gallego

Llevo escrita mi conciencia - Mª Antonia G. Huete















Llevo escrita mi conciencia

Tengo la boca llena de palabras
Y el alma bocabajo en la trastienda.
Llevo lágrimas de miel en la mirada
Y en las manos, más manos con sus grietas.

Tengo las venas como la esperanza
(ciega y seca) y encendida la vehemencia
Llevo paz en el bolso de batalla
Y en la frente, la cara descubierta

Tengo un verso saltando la muralla
Y una luna menguante en la chaqueta.
Llevo un mundo mezclado entre mis canas
Y en los ojos, escrita mi conciencia.

Mª Antonia Gutiérrez Huete
1 de junio de 2011
Fotografía de Ana Gallego

El tiempo del hombre - Francisco Cesar García

 














El tiempo está parado
somos nosotros los que transcurrimos.
Mascha Kaléko



El tiempo del hombre

Así, sin parar y sin apenas sentirlo,
vamos viviendo, o eso creemos;
día a día cada infinitesimal instante
nos supera.

El invierno, que al comenzar parece eterno,
suele ser un suspiro, fugaz aleteo.

Cuanta promesa de supervivencia
acaba siendo agua entre los dedos.

El perfume es la verdad, una rosa es,
a la postre, solo un recuerdo,
su fragancia es lo único que permanece.

Andamos, caemos a veces, el destino,
la razón de ser, puede no ocurrir.

Todo queda pendiente,
la justificación de la herida,
los silencios que nadie rompe,
los privilegios a los que
pensamos tener derecho,
todo acaba diluyéndose,
nada permanece.

Francisco Cesar García
Diciembre, 2021

Oda a la Navidad - Fernando Prior Castro















Oda a la Navidad

¡Una estrella lucía
rilando en aquella noche estrellada;
daba luz a María
una madre cansada
con su cara feliz y esperanzada!

!En la noche callada
María alumbraba en el duro suelo!
¡Qué feliz madrugada¡
¡Qué dichoso consuelo!
tener con nosotros el Rey del cielo!

¡De su vientre salía,
como el sol cuando asoma ruboroso,
un bebé que gemía,
con llanto amoroso!
¡El Señor de los cielos, Niño hermoso!

¡Y la estrella brillaba
bajo el azabache manto del cielo
y a los tres magos guiaba,
que con un gran desvelo
viajando venían con tierno anhelo!

¡Qué dichosa ventura,
en aquella noche de frío hielo,
admirar la hermosura
de Jesús pequeñuelo!
¡Dios entre pajas cual lindo polluelo!

¡Hoy Jesús ha nacido,
lucero brillante del firmamento,
por el frío aterido,
y sin ningún portento!

¡Oh qué tierno gozo, qué gran momento!

Fernando Prior Castro
Navidad, 2021

La Navidad - Rosario Guardeño
















La Navidad

Las navidades se acercan,
el cartero de mi barrio
poco a poco acelera,
y por las calles va corriendo,
como corre una gacela.

No lo ves cuando lo miras,
se está quedando tan seco,
que se parece a una Anguila.

Y lleva en su espalda,
una grandiosa mochila,
rebosante de recuerdos,
abrazos, besos y risas.

Va llamado a los porteros
corriendo con mucha prisa,
le contesta la vecina,
“¿quién e?" Soy el cartero,
traigo noticias del extranjero.

De Alemania muchos besos,
de aquellas pobres familias
que marcharon hace tiempo,
y mandan muchos recuerdos.

Los mozos de la vendimia
que se fueron y no volvieron,
para las madres besitos,
abrazo a los abuelos,
para las novias regalos
y crismas llenos de versos.

Rosario Guardeño

Corazón de luz - Antonio Llamas Ordóñez

 


Corazón de luz

Un rayito de sol,
solo uno
quiero atrapar
en medio de este olivar
para calentar
las noches de los niños
que no se pueden arropar.

Sol del olivar
déjate alcanzar
que vienen niños
solitos, navegando
a la, deriva por la mar.

Antonio Llamas Ordóñez

Se fue la niña - Andrés Aguilar
















Se fue la niña

Pues sí señor
se fue la niña bella
ni sol ni tierra ni sobre el mar
ni bajo el cielo
sino a buscar a quien con sus manos
con su voz
y con sus besos le había hecho suspirar.

Dejó el sol mucho más arriba
y las estrellas dejaron de cintilar,
algunas, díscolas, seguían
fugaces escapadas,
otras, giraban y se retorcían,
explotaban.

Pues se fue la niña, decía,
a buscar aquel amor
que le llevaba de la mano
a conocer tantas cosas
todo un mundo inalcanzable
que no hay maestra en el amor
a encontrar para enseñando
alcanzar esa estrella
que nos hace suspirar.

Y así queridos niños
y niñas
pasados unos cuantos miles de años,
insatisfechos,
añorar ser niños.

Ni amor, ni margaritas, ni saladas
lindas mares.

Yo siento en mi alma
una alondra cantar,
también oigo voces en mi cabeza,
mi aliento.

Ya que lejos de mi vas a estar
guarda mujer un no sé que
en una cajita de charol
a quien un día, pensando en ti,
amaneció entre sus vómitos
cuatro días después.

Andrés Aguilar
diciembre de 2021

La Mar - Pilar Barrera

 

La Mar

La mar, en su inmensura,
refleja mi tristeza,
recordando otros tiempos
que tan feliz era.

Me adentro entre sus aguas,
cristalinas y serenas.
si saladas son sus aguas
más mis lágrimas eran.

Yo siento que mi barco
a veces no navega
Porque te echo de menos
y no estás a mi vera.

Rumor de caracolas
y brisas marineras,
siento las gaviotas,
luchando por sus presas.

Entre hermosas sirenas,
no agrandes la tristeza.
No pidas imposibles,
el ya tiene su sitio
entre soles y estrellas.

No creas que te olvida,
aunque eligió otras tierras.
No pidas nunca niña
que la mar de lo devuelva.

No pidas imposibles
y vive niña, vive.
Deshecha la tristeza
y piensa que lo sientes
como la brisa fresca.

Pilar Barrera

Baúles - Manuel Molina González


 







 

Baúles

Si mis palabras pudiesen borrarte
diluida en completo cielo azul
o quizás simple y extenso páramo;
nunca doloroso vaivén de ortiga.

No quisiera hacer del olvido arte
sino pliego adormecido en el baúl
de los días varados sin reclamo,
desvistiendo el pasado sin fatiga.

Pespuntaré doblez al contratiempo,
junto a las ventanas, para que reste
hojas secas y sume más brevedad.

Manuel Molina González
Fotografía de Ana Gallego